Howard Hughes y Jean Harlow tuvieron una relación personal y profesional entre los años 1930 y 1937. Hughes, un empresario y magnate estadounidense, conoció a Harlow en un evento en Hollywood en el que ella estaba presentando una película. Desde entonces comenzaron a tener citas y salidas, incluso se dice que Hughes le regaló a Harlow un Chevy rojo como muestra de su afecto. La relación entre los dos se intensificó cuando Hughes decidió lanzar la carrera de Harlow como actriz, y la contrató para varias películas de su empresa productora. Sin embargo, su relación personal pronto se vio afectada por los celos y la interferencia de la madre de Harlow, que no aprobaba a Hughes y su estilo de vida. En 1937, Harlow falleció trágicamente a los 26 años debido a una insuficiencia renal. A pesar de su relación complicada, Hughes se mostró extremadamente afectado por la muerte de Harlow y se encargó personalmente de su funeral y sepultura. Incluso se dice que tuvo un ataúd de cobre cerrado con llave para asegurarse de que nadie pudiera perturbar su descanso final. En resumen, la relación entre Howard Hughes y Jean Harlow fue breve pero intensa, y estuvo marcada por el amor y la interferencia de la madre de Harlow. A pesar de la triste tragedia de su muerte, los dos siguen siendo recordados como figuras icónicas del Hollywood de la década de 1930.