Un día soleado en la playa, Hugo Madeira y Ana Rita Clara se encontraron por casualidad mientras caminaban por la arena. Ana estaba recogiendo conchas marinas y Hugo estaba tomando fotos del paisaje. Se saludaron y comenzaron a charlar. Descubrieron que tenían muchas cosas en común: ambos eran amantes de los deportes acuáticos y disfrutaban de la vida en la playa. Se conectaron de inmediato. Después de pasar un tiempo juntos en la playa, decidieron ir a tomar un café juntos. Hablaron durante horas sobre sus vidas y se dieron cuenta de que tenían mucho más en común de lo que pensaban. La química entre ellos era innegable. Desde ese día, Hugo y Ana han sido inseparables. Comparten su amor por el aire libre, la buena comida y la diversión. Se apoyan mutuamente en todo momento y siempre están dispuestos a embarcarse en cualquier aventura juntos. Su encuentro casual en la playa resultó ser un encuentro destinado a cambiar sus vidas para siempre.
