Glenda Farrell y Humphrey Bogart trabajaron juntos en varias producciones cinematográficas en los años 30 y 40. Se conocieron en Hollywood y rápidamente establecieron una buena relación tanto personal como laboral. Su primera película juntos fue "Love Affair" en 1932, pero fue en la película "Dark Hazard" en 1934 donde comenzó a hacerse evidente su química en pantalla. Trabajaron juntos también en "Bullets or Ballots" en 1936 y "King of the Underworld" en 1939. Farrell y Bogart se complementaban muy bien en los papeles de gángsters y criminales, y se convirtieron en dos de los actores más populares en ese tipo de papeles en la década de 1930. A pesar de no haber tenido una relación romántica, Farrell y Bogart mantuvieron una amistad cercana a lo largo de los años. En su autobiografía, Farrell escribió sobre Bogart como un amigo leal y divertido. La colaboración de Farrell y Bogart en el cine fue breve, pero dejó un legado importante en la historia del cine. Juntos, crearon personajes memorables en el mundo del cine negro y la crimen organizado, y su amistad perduró hasta la muerte de Bogart en 1957.