Mariya y Igor se conocieron en una noche fría y lluviosa en Moscú. Mariya estaba en una cafetería hablando con sus amigos mientras Igor estaba sentado en la mesa de al lado, trabajando en su computadora portátil. Cuando Mariya se acercó al mostrador, Igor notó su hermosa sonrisa y decidió presentarse. Después de algunas charlas, Igor invitó a Mariya a tomar un café y ella aceptó. Durante el café, descubrieron que compartían muchos intereses y pasatiempos, y pasaron horas hablando de sus sueños y metas. Al final de la noche, Igor le pidió a Mariya su número de teléfono y prometió llamarla al día siguiente para planear una nueva cita. Después de varias citas, se enamoraron y se convirtieron en la pareja inseparable que son hoy en día. Ahora, muchos años más tarde, Mariya y Igor todavía recuerdan con cariño esa noche lluviosa en la que se conocieron y se dieron cuenta de que habían encontrado al amor de sus vidas.
