Un día, Igor-Petrenko estaba caminando por la calle cuando se encontró con Irina-Leonova. Él quedó impresionado inmediatamente por la belleza y elegancia de Irina, y ella se sintió atraída por su forma segura y confiada de caminar. Igor decidió acercarse a ella y le preguntó si le gustaría tomar un café juntos. Irina, un poco sorprendida pero intrigada, aceptó la invitación y los dos se sentaron en una cafetería cercana. Allí, comenzaron a hablar y se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común, especialmente su pasión por la actuación y el teatro. Después de compartir historias sobre sus vidas y carreras, Igor y Irina sintieron una conexión instantánea y decidieron verse de nuevo pronto. Desde entonces, se han convertido en grandes amigos y colegas en el mundo del entretenimiento, dejando que su encuentro casual en la calle se convierta en algo mucho más especial y significativo.
