Isabella y Stefano se conocieron en una cafetería en el centro de la ciudad. Isabella estaba trabajando en su computadora portátil mientras tomaba un café cuando Stefano entró en la cafetería y se sentó en la mesa de al lado. Después de unos minutos de trabajar en silencio, Stefano notó que Isabella estaba usando un programa de diseño gráfico y preguntó si ella era diseñadora. Isabella respondió que sí y los dos comenzaron a hablar sobre su pasión por el diseño y la creatividad. Después de una hora de charla, Stefano dejó su tarjeta de visita en la mesa de Isabella y le dijo que le gustaría hablar más sobre una posible colaboración en el futuro. Isabella se sintió emocionada por la oportunidad y le agradeció a Stefano por la conversación animada. Desde ese día, los dos comenzaron a trabajar juntos en varios proyectos y se convirtieron en buenos amigos. Con el tiempo, su amistad se convirtió en una relación amorosa y ahora están entre las parejas más felices y creativas de la ciudad.