Isabelle y Mike se conocieron en un vuelo hacia Madrid. Ambos estaban sentados uno al lado del otro y comenzaron a hablar desde el despegue. Isabelle parecía estar nerviosa por el vuelo y Mike la tranquilizó diciéndole que no tenía nada que temer. Él le preguntó si era su primera vez volando en avión y ella respondió que sí. Mike le contó sobre su experiencia como viajero frecuente y le dio algunos consejos. Mientras platicaban, se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común, como por ejemplo les gustaba la música clásica y disfrutaban de largas caminatas en la ciudad. Al aterrizar en Madrid, intercambiaron números de teléfono y acordaron reunirse para tomar un café alguna vez. Desde entonces, se han vuelto buenos amigos y continúan viajando juntos por todo el mundo.
