Zsuzsa y Istvan se conocieron en un evento deportivo. Él estaba participando en una competición de natación y ella era una de las comentaristas del evento. Istvan impresionó a Zsuzsa con su habilidad en la piscina y ella quedó fascinada con su carisma y personalidad. Después del evento, se encontraron en la cena de clausura y empezaron a conversar. Descubrieron que ambos eran apasionados del deporte y la vida saludable, y un interés arraigado por la equitación. Desde entonces, su amistad se ha convertido en una relación sólida y duradera, basada en su amor compartido por el deporte y la vida activa.
