Un día, mientras caminaba por las calles de Nueva York, Carlotta se detuvo en una tienda de discos para comprar un vinilo de su banda favorita. En ese momento, notó a un hombre de cabello rizado mirando los mismos álbumes. Él también parecía ser un gran fanático de la música. Carlotta no pudo resistir la tentación de iniciar una conversación. Así que, se acercó al hombre y le preguntó sobre su amor por la música. Resultó que él era Jack Antonoff, el productor y músico de renombre que había trabajado en muchos álbumes exitosos. Inmediatamente, conectaron por su amor común por la música y comenzaron a charlar durante horas. Mientras hablaban, descubrieron que tenían intereses similares en la música y la cultura pop. Desde ese momento, se hicieron amigos cercanos y colaboraron en muchos proyectos juntos. Con el tiempo, su amistad se convirtió en una relación más profunda y se convirtieron en una pareja inseparable. Desde ese día en la tienda de discos, su amor por la música y su mutua pasión les llevó a una relación que nunca hubieran imaginado. Y así fue como Carlotta y Jack Antonoff se conocieron.
