Un día, Meg-White se dirigía a una tienda de instrumentos para comprar nuevas baquetas. Mientras caminaba por la calle, se encontró con Jackson-Smith, quien también estaba en busca de nuevos accesorios para su guitarra. Ambos se miraron con curiosidad y sin decir nada, avanzaron juntos hacia la tienda de música. Al llegar, comenzaron a conversar sobre sus pasiones por la música y descubrieron que compartían gustos similares. Después de probar varios instrumentos, decidieron tomar un café juntos para seguir hablando. Fue una tarde muy especial, que marcó el inicio de una gran amistad y una historia de colaboración musical.
