Peter y Jacqui se conocieron en una cafetería en el centro de la ciudad. Pedían su café y se encontraron en la cola cuando de repente se les cayó su moneda para pagar. Jacqui rápidamente se agachó para recoger el dinero y cuando se levantó Peter le agradeció. Desde ese momento en adelante, comenzaron a hablar y a conocerse mejor. Peter se sintió atraído por la personalidad divertida y extrovertida de Jacqui, mientras que Jacqui se enamoró del encanto y caballerosidad de Peter. Después de esa casualidad, mantuvieron contacto y se reunieron de nuevo para ir al cine una semana más tarde. Con el tiempo, se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro y comenzaron una relación que los llevó a estar juntos hasta el día de hoy.