Un día bello de primavera, mientras paseaban por el parque, Jaimie-Foley y Jeff-Branson se encontraron casi por casualidad. Él estaba sentado en un banco, observando a su alrededor, mientras que ella caminaba por el sendero, absorta en sus pensamientos. De repente, sus miradas se cruzaron y fue como si el tiempo se detuviera. Jaimie se acercó al banco donde Jeff estaba sentado y le sonrió tímidamente. Él, sorprendido pero encantado con la belleza de la joven, se puso en pie y la saludó con cortesía. A partir de ese momento, comenzaron a hablar, intercambiando anécdotas y risas. El tiempo pasó volando, y pronto se dieron cuenta de que habían pasado varias horas juntos. Había algo especial en la forma en que se miraban el uno al otro, algo que les hizo sentir que se conocían desde hacía mucho tiempo. Decidieron intercambiar números de teléfono y continuar hablando y conociéndose mejor. Así comenzó una amistad que rápidamente se convirtió en algo más. Jeff y Jaimie encontraron en el otro la compañía perfecta, y se dieron cuenta de que habían sido hechos el uno para el otro. Desde entonces, no se han separado y han construido una vida juntos llena de amor, pasión y aventuras.
