James y Peggy se conocieron cuando ambos asistieron a un evento de caridad en el centro de la ciudad. Mientras disfrutaban de una copa de vino en el bar, se dieron cuenta de que compartían un gran interés por la música clásica y comenzaron a hablar sobre ello. Pronto se dieron cuenta de que tenían mucho en común y pasaron toda la noche hablando y riendo juntos. Al final de la noche, James le pidió a Peggy que lo acompañara a tomar un café en una cafetería cercana y ella aceptó. A partir de ahí, la pareja se volvió inseparable y comenzaron a salir juntos.