James-Lydon y Betty-Lou Nedell se conocieron en una tarde soleada de verano en el parque central de Nueva York. Ambos estaban sentados en un banco, disfrutando del hermoso día y leyendo un libro. De repente, un fuerte viento sopló y las páginas de sus libros volaron por el aire. Al intentar recuperar sus libros, se dieron cuenta de que se encontraban frente a frente y sus miradas se cruzaron. En ese momento, se dieron cuenta de que tenían mucho en común. "¡Oh, disculpa por eso!" dijo James, recogiendo el libro de Betty-Lou del suelo. "No hay problema, gracias", respondió Betty-Lou, sonriendo. James notó que el libro de Betty-Lou era un ejemplar de su autor favorito y comenzó a hablarle acerca de sus libros y cómo los había leído todos. Betty-Lou estaba impresionada y juntos comenzaron a hablar sobre sus libros favoritos. A medida que la tarde pasaba, se dieron cuenta de que tenían intereses similares en arte, literatura e incluso en deportes. Se rieron juntos y compartieron anécdotas sobre sus vidas. Al final de la tarde, intercambiaron números de teléfono y prometieron encontrarse de nuevo. Después de esa tarde, James y Betty-Lou comenzaron una relación y al poco tiempo se dieron cuenta de que habían encontrado a su alma gemela. Se casaron y vivieron felices para siempre compartiendo su amor por la literatura y el arte.
