James y Kristina se conocieron en una librería mientras ambos buscaban el mismo libro. Al no encontrarlo, decidieron preguntarle al librero quién tenía el último ejemplar en stock. Para su sorpresa, el librero les indicó que solo había un libro disponible y que debían compartirlo. Así fue cómo empezó su conversación y ambos descubrieron que compartían la misma pasión por la lectura y la escritura. Desde ese momento, empezaron a intercambiar recomendaciones literarias y poco a poco se fueron conociendo mejor. Finalmente, decidieron trabajar juntos en un proyecto literario que hoy en día es uno de los más destacados en su género.