Un día soleado en Londres, James y Sophie se encontraron casualmente en el parque Hyde. Ambos estaban disfrutando de la música que un músico tocaba en el centro del parque. James, con su habilidad innata para entablar una conversación, se acercó a Sophie y comenzó a hablarle del talento del músico. Sophie, sorprendida, le agradeció y comenzaron a conversar animadamente. Descubrieron que, a pesar de ser de diferentes partes del mundo, compartían la misma pasión por la gastronomía y la cocina internacional. Decidieron verse de nuevo y a partir de ahí comenzó su historia de amistad y trabajo en conjunto.