James V de Escocia y Elizabeth Shaw se conocieron inesperadamente en medio de un camino solitario mientras él cabalgaba hacia el oeste de Escocia. James se quedó impresionado por la belleza natural de Elizabeth mientras ella recolectaba flores. Después de una breve conversación, James se enteró de que ella era una viuda solitaria y prometió protegerla siempre. Entonces, decidió invitarla a una cena como muestra de su amistad y su interés genuino en ella. Desde ese momento, su amistad se transformó en una conexión romántica intensa y Elizabeth se convirtió en una de las damas más poderosas en la corte de James V de Escocia.
