Cameron-Liddell y Jamie-Larson se conocieron por casualidad en un concierto de rock. Cameron estaba tocando la guitarra en el escenario junto a su banda, cuando el amplificador de Jamie comenzó a fallar. Jamie, que también era guitarrista, intentó solucionar el problema sin éxito. Cameron, al darse cuenta de la situación, se acercó a Jamie y le ofreció su amplificador para que pudiera tocar. Jamie aceptó la ayuda y juntos tocaron una canción improvisada. La química entre ellos era evidente y el público quedó impresionado. Después del concierto, Cameron y Jamie intercambiaron números de teléfono y comenzaron a practicar juntos. Descubrieron que tenían un estilo de tocar la guitarra muy similar y que eran muy compatibles trabajando en equipo. Poco a poco, empezaron a componer sus propias canciones y a actuar juntos en pequeños bares y cafés. Con el tiempo, se convirtieron en una de las bandas de rock más populares de la ciudad y su amistad se fortaleció aún más. Así es como Cameron-Liddell y Jamie-Larson se conocieron, gracias a su amor mutuo por la música y su deseo de colaborar juntos en el escenario.
