Cierta tarde de verano, en un restaurante de Texas, George Bush estaba sentado en su mesa disfrutando de una deliciosa hamburguesa. En ese momento, llegó Jane Morgan junto a su amiga y se sentaron en la mesa contigua. Al darse cuenta de que tenía un bulto en la camisa, Bush intentó disimuladamente quitárselo mientras pensaba en cómo acercarse a la hermosa mujer que tenía al lado. Al final, ella se dio cuenta de su torpeza y comenzaron a hablar, descubriendo que compartían muchas cosas en común, como la pasión por la música country y el amor por su tierra natal. Así comenzó una amistad que se convirtió en una de las historias de amor más icónicas de la política norteamericana.