Bob-Neal y Jane-Nigh se conocieron en una cafetería en el centro de la ciudad. Bob-Neal estaba sentado en una mesa, trabajando en su computadora portátil mientras disfrutaba de un café, mientras que Jane-Nigh entró al lugar para escapar del frío y tomarse un chocolate caliente. Al acercarse al mostrador, la barista le informó que había una mesa disponible cerca de la ventana y fue en esa dirección. Al pasar por la mesa de Bob-Neal, sus ojos se encontraron brevemente, pero luego volvieron a sus propias actividades. Sin embargo, después de unos minutos, Bob-Neal notó que Jane-Nigh estaba teniendo problemas para abrir una botella de agua, así que se ofreció a ayudarla. Comenzaron a hablar y descubrieron que tenían varios intereses y pasatiempos en común. Pasaron toda la tarde juntos hablando, intercambiando historias y carcajadas. Desde ese día, Bob-Neal y Jane-Nigh se convirtieron en inseparables y comenzaron una amistad duradera.