Clark Cartier y Jane Nigh se conocieron inesperadamente en una cafetería del centro de la ciudad. Clark estaba sentado en una mesa disfrutando de su café matutino cuando Jane entró por la puerta, tropezando con la alfombra y cayendo al suelo. Clark, todo caballeroso, se apresuró a ayudarla a levantarse y comprobar si estaba bien. Jane estaba un poco avergonzada, pero Clark logró sacarle una sonrisa. Algo en su sonrisa la hizo sentir cómoda, compartieron una charla sobre el café y las ofertas del día. Después de ese día, Clark y Jane comenzaron a encontrarse casualmente en la cafetería varias veces a la semana. Poco a poco empezaron a conocerse mejor y a compartir sus historias, gustos y pasatiempos. Descubrieron que tenían muchas cosas en común y comenzaron a salir juntos. Ahora se encuentran regularmente en la misma cafetería donde se conocieron y sienten como si nunca hubieran estado separados. Clark y Jane descubrieron el amor de una manera simple y natural que les cambió la vida para siempre.