Jane Russell y Roger Barrett se conocieron en una fiesta en la casa de unos amigos en común. Ambos se encontraban en la misma zona de la sala cuando de repente, un vaso de bebida voló por el aire y cayó sobre la camisa de Roger. Jane, quien estaba a su lado, rápidamente agarró una servilleta y comenzó a limpiarle la camisa, ofreciéndose a prestarle una de sus blusas para que pudiera cambiarse. Roger quedó agradecido por su amabilidad y juntos comenzaron a hablar de sus aficiones y gustos en la vida. Desde entonces, no pudieron dejar de pensar en el uno al otro y comenzaron un romance que duraría muchos años.
