Hima-Nohara y Janelle-Schneider se conocieron en una feria de arte en la ciudad. Hima-Nohara estaba exponiendo sus esculturas de arcilla y Janelle-Schneider sus pinturas abstractas. Ambas artistas se sintieron atraídas por el trabajo de la otra y comenzaron a hablar. Durante la conversación, descubrieron que compartían muchas ideas sobre el arte y la creatividad. Intercambiaron tarjetas y prometieron mantenerse en contacto. Desde entonces, Hima-Nohara y Janelle-Schneider se han convertido en grandes amigas y colaboradoras creativas, siempre apoyándose mutuamente en sus proyectos artísticos.
