Karashi y Janelle-Schneider se conocieron en pleno corazón de Manhattan, en una tienda de música llamada "Música Mundial". Ambos estaban buscando un álbum de salsa y, para su buena fortuna, llegaron al estante justo al mismo tiempo. Al principio, la situación fue un poco incómoda, pero rápidamente se dieron cuenta de que tenían intereses en común. Karashi empezó a contarle a Janelle-Schneider sobre su viaje a Cuba y su amor por la música latina, mientras que Janelle-Schneider hablaba sobre su pasión por el baile y cómo había estado tomando clases de salsa durante los últimos años. El encuentro terminó cuando la tienda cerró, pero intercambiaron números y prometieron mantenerse en contacto. Desde entonces, Karashi y Janelle-Schneider han compartido su amor por la música y han asistido a varios conciertos y festivales juntos. Lo que empezó como una simple búsqueda de un álbum de salsa se convirtió en una amistad duradera.
