Nagisa y Janelle se conocieron en una tienda de artículos deportivos en el centro de la ciudad. Ambos estaban buscando equipo para su próximo torneo de natación y casualmente se encontraron en la sección de gafas de natación. Nagisa, siendo el extrovertido que es, inició la conversación al preguntarle a Janelle qué tipo de gafas estaba buscando. Janelle, por su parte, estaba un poco tímida pero agradecida de tener a alguien con quien hablar. Mientras discutían sobre sus mejores marcas y sus estilos de natación favoritos, comenzaron a darse cuenta de que tenían mucho en común y rápidamente se hicieron amigos. Decidieron intercambiar números de teléfono y planear una sesión de entrenamiento juntos en la piscina local. Desde ese día en adelante, Nagisa y Janelle se convirtieron en compañeros de entrenamiento, amigos cercanos y, finalmente, en un equipo de natación imparable.
