Un día, Shin-Naruto se encontraba navegando por las redes sociales buscando inspiración para sus proyectos de arte digital, cuando se topó con el perfil de Janelle-Schneider. Quedó asombrado por las impresionantes fotografías que compartía de sus aventuras por el mundo, así que decidió enviarle un mensaje para felicitarla por su trabajo. Janelle, por su parte, se sintió halagada por el interés de Shin-Naruto y decidió curiosear entre sus publicaciones. Quedó fascinada por los dibujos y animaciones que hacía, así que respondió al mensaje con una invitación para una colaboración. De ahí en adelante, se mantuvieron en contacto por mensaje y video llamadas, compartiendo sus ideas y trabajando juntos a pesar de la distancia. Poco a poco, Shin-Naruto y Janelle-Schneider se dieron cuenta de que habían encontrado en el otro a un gran amigo y consejero creativo. Y así, nació una amistad virtual que no sabe de fronteras.
