Charlie-Nicholas y Janis-Lee-Burns se conocieron en una librería. Charlie estaba buscando un libro sobre fútbol y Janis estaba buscando un libro sobre arte. Los dos se encontraron en la sección de biografías y empezaron a hablar. Descubrieron que tenían mucho en común: ambos eran grandes admiradores del arte y del fútbol. Charlie encontró la excusa perfecta para invitar a Janis a un partido de fútbol en el estadio y ella aceptó encantada. Desde entonces, se convirtieron en grandes amigos y compartieron su amor por el arte y el deporte.