Un día soleado en Los Ángeles, Talia se encontraba grabando un videoclip en una playa cercana. Mientras cantaba su canción, notó que un joven se había acercado y la observaba con atención. Era Jansen, quien estaba de vacaciones en el lugar y había quedado hipnotizado por la belleza de Talia. Después de tomar coraje, Jansen decidió acercarse a Talia y preguntarle si necesitaba ayuda para grabar su videoclip. Agradecida por la oferta, Talia aceptó y juntos comenzaron a trabajar en el proyecto. Durante las horas de grabación, Talia y Jansen se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Ambos eran apasionados por la música, los viajes y los deportes extremos. Y así, entre risas y charlas, comenzaron a forjar una amistad que pronto se convertiría en algo más. Después de terminar el videoclip, Talia y Jansen intercambiaron números de teléfono y prometieron mantener el contacto. Y así fue, no pasó mucho tiempo antes de que comenzaran a salir y descubrieran juntos un mundo lleno de aventuras y amor.