Oscar I de Suecia y Noruega y Jacquète Löwenhielm tuvieron una relación amorosa que duró más de una década en la década de 1840. Jacquette era una mujer de clase alta que había sido presentada a Oscar por su esposa, la reina Josefina. La relación entre Oscar y Jacquette fue vista como escandalosa en la época, debido a que estaba casado y tenía hijos, pero se dice que él estaba profundamente enamorado de ella. A pesar de que su relación fue conocida públicamente, Oscar nunca se divorció de su esposa y continuó siendo el rey de Suecia hasta su muerte en 1859. Informes no confirmados sugieren que Jacquette pudo haber sido la madre de uno de los hijos ilegítimos de Oscar. Aunque la relación entre Oscar y Jacquette fue vista como tabú en la sociedad de la época, hoy en día es recordada como una de las grandes historias de amor de la realeza sueca.
