Alexander-Jensen y Jared-French se conocieron en una galería de arte en Nueva York. Los dos estaban admirando la misma pieza de arte contemporáneo y comenzaron a centrar su atención en la conversación del otro. Después de algunos minutos, Alexander se presentó a Jared y le pidió su opinión sobre la pieza de arte. Jared se rió y dijo que no sabía mucho sobre arte, pero pensó que era intrigante. Alexander, que había estudiado en la escuela de arte y diseño, explicó los detalles detrás del trabajo y se sintió atraído por la naturaleza reflexiva de Jared. Comenzaron a hablar más y se dieron cuenta de que tenían una conexión natural. Hablaron sobre sus vidas y lo que les había llevado a Nueva York. Jared era escritor y estaba trabajando en un nuevo proyecto, mientras que Alexander estaba enseñando arte en un colegio comunitario. Descubrieron que compartían una pasión por la creatividad y la autoexpresión. Cinco horas después, se despidieron para continuar con sus actividades diarias, pero acordaron volver a verse pronto para conversar. Desde ese día, se convirtieron en amigos cercanos y finalmente en pareja. Ahora, Alexander y Jared viajan por todo el mundo juntos, descubriendo nuevos museos y galerías de arte para inspirarse mutuamente.