Un día caluroso de verano, Maria del Mar caminaba por las calles del centro de Madrid cuando de pronto, un ciclista se acercó rápidamente y no tuvo más remedio que esquivarla en el último momento. En ese instante, Javier Hernández estaba corriendo por la acera y vio toda la escena. Preocupado por la salud de Maria del Mar, decidió acercarse a ella para ver si estaba bien. Después de asegurarse de que estaba bien, Javier y Maria del Mar empezaron a hablar. Resultó que ambos eran de la misma ciudad y que compartían me gusta similares. Fue una conversación agradable y fluida. Finalmente, después de intercambiar información de contacto, acordaron volver a reunirse ese mismo día para tomar un café y seguir charlando. Desde ese día, Maria del Mar y Javier se convirtieron en amigos inseparables. Comenzaron a explorar la ciudad juntos, asistiendo a eventos y disfrutando de la vida. Finalmente, se dieron cuenta de que lo que sentían era algo más que una simple amistad. Ahora, años después, continúan juntos como pareja y disfrutando de todo lo que Madrid tiene para ofrecerles.