Jayne Mansfield y Nicholas Ray tuvieron una relación sentimental breve pero intensa. Mansfield, la icónica actriz de Hollywood de la década de 1950, conoció a Ray en 1956 mientras filmaba "El hombre del traje gris", la primera película en que trabajaron juntos. En ese momento, Ray era uno de los directores más aclamados de Hollywood, habiendo dirigido clásicos como "¡Viva Zapata!" y "Rebelde sin causa". A pesar de que Ray estaba casado y tenía dos hijos, él y Mansfield comenzaron una relación rápidamente y se convirtieron en amantes. La relación fue temporalmente interrumpida cuando Ray fue despedido de la producción de "El hombre del traje gris". Sin embargo, la pareja se reunió más tarde y trabajó juntos en la película "La historia de Esther Costello". Su relación terminó poco después, cuando Ray descubrió que Mansfield había estado teniendo relaciones con otros hombres. Aunque la relación no duró mucho tiempo, impactó significativamente en la vida de Ray. Él afirmó que Mansfield había sido "la mujer más fascinante que había conocido" y que ella le había enseñado mucho sobre el sexo y la sensualidad. A pesar del final de su relación, Jayne Mansfield y Nicholas Ray permanecieron amigos hasta la muerte de Mansfield en un accidente automovilístico en 1967. Ray se mantuvo activo en la industria cinematográfica y continuó dirigiendo películas hasta su muerte en 1979.