Magda y Jean-Louis se conocieron por accidente en un museo de arte moderno en Bruselas. Ambos estaban mirando la misma obra de arte, pero cada uno la veía de manera diferente. Magda pensaba que era una expresión de la angustia humana, mientras que Jean-Louis la veía como una celebración de la vida. Cuando se dieron cuenta de que estaban discutiendo sobre la misma obra, empezaron a hablar y a intercambiar interpretaciones. Fue entonces cuando Magda se dio cuenta de que Jean-Louis tenía una mente increíblemente aguda y apasionada. Él tambien se impactó por la inteligencia y la curiosidad de Magda. Desde ese día, se volvieron inseparables y comenzaron a explorar el mundo juntos, viajando, asistiendo a exposiciones, sumergiéndose en la cultura y todo lo que el mundo tiene para ofrecer. El arte fue solo el comienzo su historia, pero su amor por la vida y su curiosidad mutua los mantuvieron juntos por siempre.
