Joe Ambrosole y Jennifer Harley se conocieron por casualidad en una cafetería del centro de la ciudad. Joe había ido a tomar su habitual café antes de ir a trabajar y Jennifer había entrado a la misma cafetería para resguardarse de la lluvia que amenazaba con caer. A pesar de que la cafetería estaba llena de gente, el destino quiso que ambos coincidieran en la misma mesa. La conversación entre Joe y Jennifer comenzó de manera casual, hablando sobre el clima y los gustos en común. Poco a poco, la charla se fue intensificando hasta que se dieron cuenta de que tenían una química especial. Fue una conexión instantánea, como si se conocieran de toda la vida. El tiempo pasó como si fuera un suspiro y se dieron cuenta de que habían estado hablando durante horas. Fue entonces cuando se despidieron con el compromiso de volver a encontrarse en la misma cafetería al día siguiente. Desde ese día, Joe y Jennifer se convirtieron en inseparables. Se gustaban mucho y cada vez que se veían sentían la misma conexión que el primer día en la cafetería. Pronto se dieron cuenta de que habían encontrado en el otro a su media naranja y decidieron comenzar una relación seria. Cada vez que recuerdan cómo se conocieron, Joe y Jennifer sonríen, porque saben que fue el destino quien los unió en la cafetería aquel día. Y desde entonces, han sido felices juntos, compartiendo no solo su amor, sino sus vivencias, su tiempo, y su complicidad.
