Un día soleado en la ciudad de Los Ángeles, Jenson Button caminaba por las calles en busca de un lugar para tomar un café. De repente, se topó con una tienda de antigüedades que le llamó la atención. Decidió entrar y comenzó a explorar los objetos curiosos de la tienda. Mientras Jenson estaba absorto en su búsqueda, una mujer deslumbrante entró en la tienda. Era Rose McGowan, la actriz famosa por sus papeles en películas de Hollywood. Jenson no podía dejar de admirar su belleza y simplemente se acercó para saludarla. Se presentaron y comenzaron a conversar. Descubrieron que tenían mucho en común, incluyendo un amor por los deportes extremos y la cocina gourmet. Pasaron la tarde juntos y terminaron en un restaurante cercano compartiendo una cena deliciosa. Al final de la noche, Jenson y Rose intercambiaron números de teléfono y prometieron mantener contacto. A partir de entonces, comenzaron a salir juntos y a disfrutar de todo lo que Los Ángeles tenía que ofrecer, siempre juntos.