Jessica-Gunter y Olim-Batista se conocieron de una manera muy inusual. Un día, mientras caminaban por la calle, ambos tropezaron y cayeron al suelo. Algo en ese momento hizo que sus miradas se cruzaran y supieron que estaban destinados a conocerse. Después de ayudarse mutuamente a levantarse, se dieron cuenta de que vivían en el mismo edificio y se prometieron encontrarse de nuevo. Y así comenzó su historia de amor.