Un día, mientras caminaba por el parque, Jessica tropezó con una raíz y cayó al suelo. Justo en ese momento, Daniel pasaba por ahí, vio lo que sucedió y corrió a ayudarla. Después de asegurarse de que no se hubiera lastimado, comenzaron a hablar y a conocerse mejor. Descubrieron que compartían muchos intereses y, desde entonces, han sido inseparables. Ahora, disfrutan de largos paseos juntos por el parque y no pueden imaginar la vida el uno sin el otro.