Eun-jung-cho venía caminando por la calle cuando un chico chocó contra ella de repente. Lo primero que notó fue su sonrisa y sus ojos cálidos. El chico, Ji-seob-so, se disculpó rápidamente y le ofreció un café para compensar su torpeza. Eun-jung-cho aceptó, y desde entonces han estado juntos, navegando juntos en las altas y bajas de la vida. Ahora son inseparables y comparten una conexión profunda y amorosa.