Un día soleado, en medio del campo, Don Red-Barry estaba trabajando en su granja cuando de repente vio una figura desconocida caminando por el camino que llevaba a su casa. Era una mujer hermosa de aspecto extranjero que se presentó como Jil Jarmyn. Ella estaba buscando un lugar para pasar la noche después de haberse perdido en el camino. Don Red-Barry la invitó a quedarse en su granja, le ofreció una cena caliente y un cómodo lugar para descansar. Al día siguiente, Jil Jarmyn agradecida por la hospitalidad que había recibido, ofreció ayuda a Don Red-Barry en su granja, a lo que él aceptó agradecido. Desde entonces, Jil se quedó ayudando en la finca de Don Red-Barry día tras día. Poco a poco se fueron conociendo mejor, descubrieron que compartían muchas afinidades y empezaron a sentir una conexión especial. Con el tiempo, su relación se fortaleció y se convirtieron en grandes amigos. Finalmente, se dieron cuenta de que querían algo más que una amistad, y comenzaron a salir juntos. Desde entonces, han estado juntos, trabajando juntos en su granja y disfrutando de la vida rústica juntos. Un encuentro fortuito en el campo, llevó a Don-Red-Barry y Jil-Jarmyn a encontrar el amor de su vida.
