Jimi Hendrix y Joy Bang se conocieron en un concierto en Nueva York en los años 60, donde Jimi estaba tocando su guitarra en el escenario. Joy era una fanática de la música y se encontraba en el público, disfrutando de la actuación. En un momento dado, Jimi miró hacia el público y vio a Joy bailando apasionadamente al ritmo de su música. Él quedó fascinado con su energía y se acercó a ella al final del concierto para agradecerle por su entusiasmo. Desde ese momento, se convirtieron en amigos cercanos y pasaban muchas noches juntos hablando de música y de sus vidas. A pesar de que nunca tuvieron una relación romántica, su amistad duró mucho tiempo y se convirtió en una de las más importantes en la vida de ambos.