David II de Escocia y Joan de la Torre se casaron en 1361 y su matrimonio fue considerado un importante logro diplomático para Escocia. Joan era la hija menor de Eduardo II de Inglaterra y su esposa, Isabel de Francia. La unión entre David y Joan mantenía una relación entre Inglaterra y Escocia, países que en ese momento estaban en conflicto. David II, que había sido capturado por los ingleses en la batalla de Neville's Cross en 1346 y se había pasado más de una década en prisión en Inglaterra, había sido liberado en 1357 después de pagar un rescate. El matrimonio con Joan era un paso más hacia la normalización de las relaciones entre Inglaterra y Escocia. Sin embargo, la relación entre David y Joan no fue muy feliz. No tuvieron hijos y David tuvo numerosas aventuras amorosas, lo que probablemente contribuyó a la falta de descendencia. Joan también tuvo problemas de salud y sufrió varios abortos espontáneos. David murió en 1371 y Joan permaneció en Escocia hasta su muerte en 1385. A pesar de las dificultades, su matrimonio había sentado las bases para una relación más pacífica entre Inglaterra y Escocia durante los siglos siguientes.
