Joanna Krupa y Jensen Ackles se conocieron en una fiesta en Los Ángeles, donde ambos fueron invitados por un amigo en común. Al principio, se saludaron cordialmente y se mantuvieron conversando con sus respectivos grupos de amigos. Sin embargo, a medida que la noche avanzaba, se encontraban relacionándose más y más, intercambiando risas y chistes. En un momento de la noche, el amigo en común los presentó formalmente y empezaron a hablar. Se sorprendieron al encontrar intereses compartidos en muchos temas, desde la música hasta los deportes. Más tarde, descubrieron que ambos compartían una pasión mutua por la cocina y se emocionaron al encontrar un nuevo amigo que compartiera su amor por la gastronomía. A lo largo de la noche, Joanna y Jensen se encontraron sintiendo una conexión especial, y al final de la velada, intercambiaron números de teléfono. A partir de entonces, comenzaron a salir juntos con más frecuencia, y rápidamente se convirtieron en grandes amigos. Aunque nunca llegaron a tener una relación romántica, Joanna y Jensen se mantuvieron en estrecha comunicación y se convirtieron en confidentes cercanos. Ambos estaban agradecidos por haberse conocido esa noche en la fiesta, y sabían que su amistad duraría para siempre.
