Jodie-Marsh y James-McKenzie se conocieron en un parque mientras paseaban a sus perros. Sus mascotas se acercaron mutuamente y empezaron a jugar juntos, lo que dio lugar a una conversación entre sus dueños. Descubrieron que vivían en el mismo barrio y compartían intereses similares, y así comenzaron su amistad. Con el tiempo, su relación se convirtió en algo más que una simple amistad y ahora son una pareja feliz. Siempre recuerdan con cariño ese día en el parque que cambió su vida para siempre.