Joel McCrea y Jean Harlow tuvieron una relación profesional, trabajando juntos en varias películas en la década de 1930. La primera vez que trabajaron juntos fue en la película "The Beast of the City" en 1932. Luego actuaron juntos en "Red Dust" en 1932 y "Platinum Blonde" en 1931. McCrea y Harlow fueron conocidos por su química en pantalla y su amistad fuera de ella. Sin embargo, nunca se confirmó que tuvieran una relación romántica en la vida real. Después de la muerte prematura de Harlow en 1937, McCrea se mantuvo en contacto con su familia y fue uno de los portadores del ataúd en su funeral. McCrea siempre recordaba con cariño a Harlow, quien lo ayudó a establecerse en Hollywood y comenzar su carrera en el cine.