Susanna Catharina von Klettenberg y Johann Wolfgang von Goethe se conocieron en la década de 1760 en Weimar, Alemania. Klettenberg era una mujer religiosa y mística que se había unido a la secta pietista conocida como los Moravos. Goethe, por otro lado, era un joven escritor y poeta en ascenso. A pesar de las diferencias en su temperamento y personalidad, Klettenberg y Goethe desarrollaron una amistad única y duradera. Goethe admiraba la profundidad espiritual y la devoción de Klettenberg, mientras que Klettenberg encontró en Goethe un joven talentoso y prometedor. Se sabe que Klettenberg influyó en la obra de Goethe, particularmente en su novela "Las Penas del Joven Werther", que trata sobre el tema de la angustia existencial y la búsqueda de la verdad. Klettenberg también se convirtió en inspiración para algunos personajes femeninos en la obra de Goethe, incluida la heroína de "Clavijo". La relación entre Klettenberg y Goethe se mantuvo a lo largo de los años, aunque su intensidad disminuyó a medida que Klettenberg se alejaba de los Moravos y expandía sus intereses hacia la filosofía y la teología. Sin embargo, su amistad y admiración mutua duraron hasta la muerte de Klettenberg en 1808.
