Un día soleado de verano, John estaba caminando por el parque disfrutando de la brisa fresca mientras escuchaba música en sus audífonos. De repente, tropezó con una piedra y cayó al suelo justo al lado de Natalie, quien estaba leyendo un libro en un banco cercano. Natalie se levantó rápidamente y le ofreció a John su mano para ayudarlo a ponerse de pie. Él aceptó agradecido y se disculpó por su torpeza. Fue entonces cuando notó lo hermosa que era Natalie. Natalie, por su parte, no pudo evitar sentir curiosidad por John y le preguntó si todo estaba bien. Así comenzó una conversación amistosa en la que descubrieron que tenían muchas cosas en común. John estaba fascinado por el libro que Natalie estaba leyendo, mientras que ella estaba interesada en la música que él estaba escuchando. Decidieron seguir hablando un rato más y acabaron descubriendo que vivían cerca el uno del otro. Intercambiaron números de teléfono y acordaron encontrarse de nuevo para charlar más. Así fue como se conocieron John y Natalie y comenzó su increíble historia de amor.