Barbara Bates y John Payne se conocieron en una reunión de trabajo en Hollywood. Ambos estaban trabajando en la producción de una película y se encontraron en una reunión de guionistas para discutir sus respectivos papeles. Barbara, que había sido modelo antes de comenzar su carrera en el cine, se sintió inmediatamente atraída por el carisma y la personalidad de John. Por su parte, John, que había trabajado como actor durante años, quedó impresionado por la belleza y el talento de Barbara. A pesar de que inicialmente eran solo colegas, la química entre ellos se hizo evidente durante el rodaje de la película. Al finalizar la producción, John invitó a Barbara a salir y comenzaron una relación que duraría varios años.