John-Taylor y Janine-Andrews se conocieron en una pequeña cafetería del centro de la ciudad. Era una soleada tarde de verano y ambos estaban en busca de un buen café. John-Taylor se fijó en Janine-Andrews, quien estaba sentada sola en una mesa cercana. Le pareció interesante, así que decidió acercarse y entablar una conversación. Después de un rato charlando, descubrieron que tenían mucho en común. Hablaban de arte, música y viajes. Parecía que habían encontrado a alguien con quien podían compartir sus pasiones y aventuras. Intercambiaron sus números de teléfono y acordaron volver a encontrarse. Desde entonces, John-Taylor y Janine-Andrews pasaron mucho tiempo juntos. Se conocieron mejor, explorando nuevos lugares y descubriendo nuevas cosas. Su relación floreció y pronto se convirtió en algo más que una simple amistad. Ahora, años después, siguen juntos, apoyándose mutuamente en todo lo que hacen. Todo empezó gracias a un simple momento en aquella pequeña cafetería.