Maude y Wayne se conocieron en un set de grabación en Nueva York. Maude era la directora de arte y Wayne era el coordinador de la acción. Mientras trabajaban juntos, descubrieron que tenían mucho en común y rápidamente se convirtieron en amigos cercanos. Un día, mientras Maude y Wayne estaban tomando un descanso durante el rodaje, se encontraron con Johnnie Walker, un actor de renombre que estaba filmando una escena en un set cercano. Johnnie se presentó y se unió a su conversación. A pesar de que acababan de conocerse, los tres se llevaron muy bien y pasaron el resto de la tarde charlando. Al final, Johnnie invitó a Maude y Wayne a una fiesta que él estaba organizando esa noche. La fiesta resultó ser una noche increíble. Hubo música en vivo, comida deliciosa y mucho baile. Maude, Wayne y Johnnie se divirtieron tanto juntos que se prometieron que siempre se mantendrían en contacto. Después de esa noche, Maude y Wayne comenzaron a enviar correos electrónicos a Johnnie, comentando sobre proyectos y compartiendo historias divertidas. Finalmente, Johnnie fue invitado a trabajar en un proyecto cinematográfico junto con Maude y Wayne. Desde entonces, la amistad entre Maude, Wayne y Johnnie ha crecido mucho más allá del mundo del cine. Se han convertido en amigos cercanos y siempre están ansiosos por colaborar juntos en nuevos proyectos emocionantes.