Michelle estaba de vacaciones en Los Ángeles, cuando se topó con Jon Hall en una cafetería muy famosa en Hollywood. Él estaba sentado frente a ella y ella lo miró fijamente, porque le parecía tan familiar. Le preguntó si era actor, y Jon sonrió, asintiendo con la cabeza. Michelle, entusiasmada, le preguntó a qué películas pertenecía, y él le mencionó algunas. Resultó que ella había visto todas y era una enorme fan. Jon, impresionado por su conocimiento y admiración, le invitó a ir a caminar por la ciudad. Luego comenzaron a hablar sobre sus vidas y se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Esto llevó a Michelle a invitar a Jon a una fiesta en la playa que estaban organizando esa misma noche. Allí, ambos bailaron hasta altas horas de la noche, disfrutando de la noche veraniega y de la música que sonaba. Desde ese día en adelante, Jon y Michelle se hicieron inseparables. Recorriendo juntos las calles, restaurantes y demás lugares emblemáticos de Los Ángeles. Se fueron conociendo y entablando una relación cada vez más sólida. Así es como, gracias a la casualidad y a la admiración mutua, se conocieron Jon Hall y Michelle Madrigal.